¿Por qué es necesaria una red de alta tensión en los automóviles eléctricos?
La batería de un coche eléctrico es la principal fuente de energía que, por así decirlo, pone las ruedas en movimiento. Sin embargo, al mismo tiempo, es el componente más caro y complejo de un coche eléctrico, ya que se requiere de una red de alta tensión.
11/05/2023
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La batería de un coche eléctrico es la principal fuente de energía que, por así decirlo, pone las ruedas en movimiento. Sin embargo, al mismo tiempo, es el componente más caro y complejo de un coche eléctrico, ya que se requiere de una red de alta tensión.
Por qué el coche eléctrico necesita una red de alta tensión
El voltaje de funcionamiento resulta ser la diferencia más destacada entre la batería de tracción de un VE y la batería de un coche normal. En lugar de los 12 V (o 24 V en el caso de los camiones), la tensión de funcionamiento de los coches eléctricos fabricados en serie -incluso los primeros- ha llegado a cientos de voltios. Hoy en día, la tensión suele ser de 350-450 V. Pero este tampoco es el límite. La plataforma eléctrica del Porsche Taycan se basa en el sistema de 800 voltios. Es más, ¡se prevé que en el futuro los vehículos eléctricos tengan una red de alta tensión de 1200-1600 voltios!
Estas cifras tan elevadas se explican por las leyes de la física. En un sistema de red de alta tensión, se puede almacenar mucha más energía eléctrica por unidad de masa de la batería. Si utilizáramos baterías de plomo ordinarias de coche para instalar una batería Tesla, necesitaríamos un camión para transportarlas. Además, en la red de alta tensión, a la misma potencia del motor eléctrico, las corrientes serán menores. Por lo tanto, se pueden utilizar cables más finos para reducir el peso general.
Seguramente, 400-800 V suenan aterradores, en la medida en que incluso un voltaje significativamente menor es mortal para un ser humano. Sin embargo, no existe una amenaza real de electrocución siempre que se tomen todas las medidas de protección necesarias.
Batería de un automóvil eléctrico: ¿Por qué es el componente más caro?
Se calcula que en 2010, cuando los coches eléctricos empezaron a abrirse camino en el mercado, el precio de la batería era de unos 1.000 euros por kWh, lo que era 100.000 veces más caro que la energía que podía almacenar. En diez años de desarrollo de las tecnologías de baterías para los vehículos eléctricos, este parámetro ha caído hasta los 150 euros, y el precio del almacenamiento de electricidad seguirá bajando -según los cálculos, entre un 10 y un 15% al año-. No obstante, el precio del coche eléctrico sigue consistiendo en su mayor parte en el precio de la batería: los "depósitos de combustible" de los coches eléctricos serán caros durante mucho tiempo.
En primer lugar, se debe al tamaño de la batería, que debe ser capaz de almacenar suficiente electricidad. Actualmente, el paquete de baterías de un automóvil genérico, que puede recorrer al menos 350 km con una sola carga, pesa aproximadamente 500 kg. En segundo lugar, el 80-90% de la batería del vehículo eléctrico se compone de potentes barras colectoras y unas celdas de batería que son costosas. Asimismo, su fabricación requiere elementos químicos raros, metales no ferrosos e incluso preciosos.
Por último, las baterías de los vehículos eléctricos constan de numerosas unidades y sensores, varios circuitos de protección y un circuito de gestión térmica. Un diseño tan complejo es vital para que la batería con una red de alta tensión funcione en condiciones durante muchos ciclos (carga durante cada aceleración y descarga durante el frenado regenerativo) y con corrientes muy elevadas.
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