Giro en la Seguridad Vial: ¡Más control en las carreteras convencionales!
Tráfico extremará el control en las carreteras convencionales con registros de más del 77% de los muertos
25/08/2018
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Normalmente, cuando hablamos de accidentes mortales de tráfico pensamos en accidentes en autopistas o autovías, y la verdad es que donde más riesgo hay es en las carreteras convencionales de doble sentido, ese es realmente el agujero negro de la seguridad vial.
Pere Navarro, el director general de Tráfico, se plantea desplegar más radares, agentes y rebajar los límites de velocidad en estas carreteras. Explicó a El Periódico que iban a poner el foco en eso, ya que se producían allí ocho de cada diez víctimas mortales.
Aún no han concretado como lo harán para rebajar ese número, pero sí que ha explicado las ideas principales que lo inspiran:
1- Más control, es decir, más agentes y más radares, además de campañas para concienciar.
2- Cambios en las normas que rebajarán el límite de velocidad.
3- Mejoras en las infraestructuras, siempre que los presupuestos y su duración en la legislatura lo permitan.
Como ya hemos dicho, hay un 77% de fallecidos en este tipo de carreteras, como informa el documento de “Siniestralidad en carreteras convencionales”, que nos revela números del año 2017 en los que fallecieron 1.103 personas en este tipo de carreteras (el 77%), frente a 223 en autovías (el 17%) y 85 en autopistas con peaje (el 6%). En la última década, la siniestralidad de las carreteras convencionales ha oscilado entre el 75% y el 80%, con muy poca tendencia a la baja y eso es algo que preocupa.
Muchos podrían decir, que el origen de esta diferencia es por el tráfico que esta red secundaria canaliza, pero no es así. Se ha estudiado el número de km recorridos y los vehículos que circulan y han determinado que el riesgo de fallecer en este tipo de vías es 3,6 veces más alto que en el resto, eso quiere decir más del TRIPLE.
Serrano, el exdirector general lanzó un plan para equipar las rutas más peligrosas con bandas rugosas entre los dos sentidos de circulación y otros elementos que pudieran frenar la invasión del carril contrario por despiste. Además de esto, Navarro considera necesario extender los tramos en que se ensanchan estas vías, para que así se pueda adelantar sin necesidad de invadir el sentido contrario.
¿Qué implica bajar el límite de velocidad?
Un estudio elaborado por la Fundación Pons de Seguridad Vial cifra una reducción del 20% de la mortalidad. La idea es bajar de los 100 km/h a los 90 km/h en las carreteras convencionales y eso podría salvar 200 vidas al año.
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